La caza en la Liga ha sido absoluta. El Barcelona además de ser el líder en la clasificación, es el equipo que más goles ha marcado y el menos goleado. Bravo sigue siendo el Zamora de la competición, pero también ayer se culminó la captura de Messi a Cristiano en el Pichichi.
Y esto es todo un síntoma que mide el estado de ánimo de cada equipo, el de sus dos grandes estrellas. Aquí también el Barcelona barre en estos momentos a su rival con un Messi pletórico frente a un Cristiano desconocido.
El argentino le ha recuperado 11 goles en este 2015 merced a los 18 registrados con tres hat-tricks incluidos. La versión que ofrece Messi en estos momentos es posiblemente la mejor de su carrera y siempre muy bien acompañado por Neymar y, especialmente en este tramo final, por Suárez.
El buen hacer de estos tres jugadores con 40 goles en este 2015, ha permitido que la diferencia en la tabla esté ahora a favor de los azulgranas. Habían fallado en Anoeta y también contra el Málaga en el asalto al liderato, pero en su tercera tentativa ya no hubo error. El Real Madrid se ha dejado en las dos últimas jornadas cinco puntos frente a Villarreal y Athletic de Bilbao, lo que unido a los triunfos culés en Granada y contra el Rayo le han dado un vuelco a la Liga.
La dimensión que ha adquirido ahora el Clásico que se disputa dentro de dos jornadas es totalmente diferente a la que ofrecía hace apenas unos días. El Barcelona tiene la opción de demarrar y marcar una distancia importante frente a su gran rival, cuando hace dos jornadas su supervivencia en el campeonato dependía de su victoria.
Mas allá de que el equipo de Luis Enrique encabece la tabla con un punto de diferencia sobre los blancos, lo realmente preocupante para los merengues son las sensaciones que transmiten uno y otro equipo. El Barcelona es un conjunto enrachado, sólido y que está en disposición de conseguir el triplete. En enero nadie habría apostado por esto, ahora muchos meterían unos euritos en alguna casa de apuestas.
En cambio, en el Madrid todo son dudas. Durante este periodo de persecución se ha dejado las opciones de ganar la Copa al caer eliminado ante el Atlético, su marcha en la Liga siembre muchas dudas y en Europa mantiene la tranquilidad por el buen resultado conseguido en Alemania ante el Shalke y ante las perspectivas de recuperación de efectivos para la próxima eliminatoria.
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